Pasada las 10.00 de la noche del sábado, un grupo de diez jóvenes se dirigían a una fiesta en el sector Amparo y cuando caminaban en la avenida Universidad, específicamente diagonal a la Secretaría de Salud Zulia, dos de ellos fueron interceptados por funcionarios del CICPC.
El grupo se separó porque uno de los jóvenes tenía una lesión en una pierna por lo que le impedía caminar bien, su primo lo acompañaba, mientras que los ocho amigos iban más adelante.
Los jóvenes fueron identificados como Eduardo Enrique Torres Torres, de 24 años y Jorge Alberto Ocando, de 21.
A solo 50 metros del resto de los jóvenes, la comisión interceptó a los dos que estaban caminaban de último, y sin mediar palabras les dispararon. Los amigos quienes también se dirigían a la fiesta afirmaron que a los jóvenes los montaron en una camioneta y se los llevaron.
Horas más tarde los vecinos escucharon múltiples disparos en la conocida Doble Vía. Los vecinos del sector afirmaron que “se los llevaron para allá para dispararles de nuevo y simular que fue un enfrentamiento”.
Familiares piden justicias
Los familiares y amigos de los jóvenes trancaron la avenida La Limpia, a la altura del cementerio Corazón de Jesús pidiendo justicia.
“Queremos justicia” era lo que proclamaban los dolientes una y otra vez, en medio de la vía con pancartas en manos y las urnas en medio de la carretera.
El padre de Eduardo, en medio del dolor al ver a su hijo mayor en un ataúd, afirmó que fue un ajusticiamiento por parte de los funcionarios “Mi hijo era estudiante de sexto semestre de Banca y Seguro en la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) y mi sobrino Jorge Ocando era mecánico, ambos eran personas sanas, no eran delincuentes”.
Juan Carlos Ocando, papá de Jorge Alberto y tío de Eduaro afirmó que una comisión del CICPC bajó de una patrulla identificada con el logo de Antiterrorismo acabó con la vida de su hijo. “los amigos intentaron devolverse para ayudarlos pero los oficiales los amedrentaron y los hicieron huir para que no vieran lo que sucedía”.
Los jóvenes que salieron ileso, en medio de la huía notaron que a sus amigos, los oficiales los embarcaron en una camioneta Chevrolet Silverado de color negro.
Los familiares denunciaron la muerte de los jóvenes en la Fiscalía 45 del Ministerio Público, para denunciar a los detectives que acabaron con la vida de Eduardo y Jorge.
Fuente: laverdad.com
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