Alí Primera se revuelca en su tumba al ver a sus hijos viviendo en el Imperio Mejmo

Su nombre, Alí Primera, un cantante de baja categoría de los años 60 en Venezuela, que hacía composiciones musicales contra el imperio norteamericano y de las personas que progresan. Sus canciones fueron utilizadas por Hugo Chávez como un coleto revolucionario.

Hoy cumple unos años más de su muerte, en la pobreza absoluta tras intentar incursionar en la música popular, pero sin lograrlo, ya que sus canciones estaban llenas de odio contra los extranjeros y sobre todo contra el primer mundo y el progreso de la humanidad.
Hoy se debe estar revolcando en su triste tumba tras ver a sus hijos muy cómodos viviendo en los Estados Unidos, en medio de la riqueza material que les produjo su trabajo como cantantes y compositores de música, que no es precisamente la que a él le gustaba.

Alí falleció dejando muchos discos sin vender, muchas canciones que apenas eran escuchadas en alguna granja del interior del país, en donde otros resentidos sociales compartían su odio contra los norteamericanos que crecían rápidamente con el avance de la tecnología y con una economía que se alimentaba del consumismo.

Alí primera ve que hoy sus nietos "Speak Engilsh" y escuchan Rap y Reggaetón, como otros ritmos norteamericanos, en vez de sus desalentadoras y vagas músicas que solo hablan de caos, miseria y odio contra los empresarios y emprendedores.

De estar vivo, seguramente no le dirigiría la palabra a sus múltiples hijos, que tuvo en encuentros con mujeres diferentes, ya que además de ser mal cantante era mujeriego empedernido y las traicionaba una tras otra.

Su legado no es otra cosa que una canción llamada "Los Techos de Cartón", que fue la única que conocían los venezolanos, ya que usaban esta melodía como fondo cada vez que presentaban algún video documental sobre la vida de las personas pobres que vivían en los cerros del país.

Después de muchos años agarrando polvo, Hugo Chavez recogió sus discos y aprovechó que estaba muerto para poder usar sus temas en sus campañas políticas antiimperialistas, ya que así no le tendría que pagar derechos por la música utilizada, hasta que una de sus mujeres y sus hijos, actuaron legalmente para proteger estas canciones y cobrarle al estado venezolano por su uso.

Alí Primera, era un hombre regordete, mal peinado, muy mal vestido, con la barba descuidada, al que cualquiera confundiría con un recogelatas o con uno de los tradicionales borrachitos que se consiguen en cualquier calle. Adoraba insertar insufribles poesías en medio de las canciones. Su voz, nada afinada, sonaba como si estuviese apretando el estómago y forzándolo. Más allá de su apariencia, no había más nada que rencor contra los que trabajaban, ahorraban y crecían.

COMPARTE ESTA PÁGINA EN TODAS TUS REDES

Fuente: Andrés Montes de Oca