Flightradar24 registra nueva maniobra militar en el Caribe en medio de creciente tensión entre Washington y Caracas
La presencia de aviones estratégicos B-52H Stratofortress en el Caribe vuelve a elevar la tensión geopolítica en la región, luego de que la plataforma de rastreo aéreo Flightradar24 confirmara el despliegue de dos aeronaves este miércoles 3 de diciembre. Los colosales bombarderos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos fueron detectados operando al noreste de la isla de Curazao, a escasos kilómetros de la franja costera occidental de Venezuela.
Uno de los bombarderos, identificado con el número de cola 61-0035 y operando bajo el indicativo PARKA11, despegó desde la Base Aérea de Minot, en Dakota del Norte, a las 04:43 AM (hora local). El registro confirma que la aeronave ejecutó un vuelo de largo alcance hasta posicionarse en el espacio aéreo caribeño, en lo que analistas interpretan como un movimiento estratégico deliberado en un momento de alta tensión militar.
Formación de ataque: dos B-52H operando juntos
Fuentes de monitoreo aéreo señalaron que el bombardero no viajó solo; un segundo B-52H acompañó la misión, consolidando una formación de ataque estratégico capaz de cubrir vastas distancias y ejecutar operaciones de disuasión o respuesta en tiempo reducido.
Este despliegue ocurre apenas 24 horas después del envío de seis aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon a la misma región, un hecho que ya había provocado preocupación entre expertos en defensa latinoamericana.
El Boeing B-52 Stratofortress, uno de los aviones más emblemáticos y longevos del arsenal estadounidense, puede transportar hasta 32.000 kilogramos de armamento, incluyendo municiones de precisión, bombas guiadas y armamento nuclear. Su sola presencia suele ser interpretada como un mensaje político-militar de alto impacto.
Washington y Caracas en una nueva fase de tensión
La maniobra militar coincide con la reciente escalada de declaraciones entre ambos gobiernos. El Pentágono confirmó la existencia de planes de contingencia en la región, mientras que el presidente Donald Trump advirtió públicamente sobre la posibilidad de emprender “acciones militares, incluso terrestres” si no se detiene el flujo de narcotráfico atribuido a embarcaciones que operan en el Caribe.
La respuesta de Caracas no se hizo esperar: voceros oficiales calificaron la presencia de los bombarderos como una “provocación calculada” y aseguraron que las Fuerzas Armadas venezolanas se mantienen en “estado de vigilancia activa” ante cualquier intento de incursión o demostración de fuerza.
Un tablero geopolítico cada vez más volátil
La reaparición de los B-52 en las cercanías de Venezuela revive temores sobre un posible incremento de operaciones militares en el Caribe. Analistas señalan que esta exhibición de poder aéreo podría formar parte de una estrategia de presión diplomática, destinada a reforzar la postura de Washington frente a lo que considera una amenaza creciente en materia de narcotráfico y seguridad regional.
Por ahora, ni el Pentágono ni la Casa Blanca han ofrecido declaraciones adicionales sobre el propósito exacto de este despliegue. Lo cierto es que, en un escenario ya cargado de tensiones políticas y militares, el retorno de los B-52 añade un nuevo y significativo punto de preocupación para la estabilidad del Caribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario