El sujeto le lanzó ácido muriático en el rostro de la venezolana y, luego de apuñalarla con una tijera, la violó e intentó asfixiarla con un cojín. “Me acuchilló varias veces en el cuello y la cabeza. Las puñaladas en la cara no son tan grandes porque yo metí la mano buscando salvar mi vida y le aguanté el cuchillo por el filo, eso me ocasionó una herida grande en la mano y me quedó un dedo colgando”, expresó Mujica. El femicidio ocurrió en la residencia donde la joven era inquilina de la madre de Alvarado, en la urbanización Shangrila del distrito Puente Piedra, Lima.
“Escuché que estaba hablando con alguien por teléfono a quien le dijo que ya estaba muerta, que me cortaría en trozos y me metería en una bolsa negra”, detalló. Al escuchar esto, la mujer malherida intentó pedir a ayuda y se lanzó por la ventana de la habitación, que estaba en el tercer piso. Esto le ocasionó fracturas en un pie, un tobillo y la pierna izquierda.
Mujica emigró a Perú y llegó a la casa de la madre del femicida donde vivió por seis meses. Alvarado se obsesionó con la joven y quería impedir que se mudara de la residencia. Ella aseguró que no tuvo ninguna relación de amistad o noviazgo con el agresor y que solo lo veía para entregarle el dinero del alquiler.
“He perdido la visión de un ojo, tengo una pierna muy mal, no sé si podré caminar nuevamente y mi cara está un poco desfigurada, ya que me echaron ácido en la cara, y quisiera que me ayudaran las autoridades, especialmente el presidente, para que no se siga cometiendo estas injusticias”, denunció la venezolana
Fuente: http://www.laverdad.com
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